La Unión Europea ha aprobado este martes la propuesta que permitirá a los países que lo deseen aplicar el IVA reducido a las publicaciones electrónicas para equiparar su gravamen al de los libros tradicionales. Tras tres intentos fallidos en los dos años anteriores por la oposición de República Checa, la iniciativa, presentada en 2016, alcanzado los apoyos necesarios. "La propuesta es parte de nuestros esfuerzos para modernizar el IVA para la economía digital, y nos permite mantener el ritmo con el progreso tecnológico", ha afirmado el ministro de Finanzas de Austria, Hartwig Löger, cuyo país preside este semestre la UE.
En España —donde los libros en soporte electrónico han crecido un 12,7% en 2017— los lectores digitales abonan un 21% mientras que los usuarios en papel tributan al 4%. El peso de este formato es del algo más del 30 en el total de la producción, según datos del Ministerio de Cultura. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha celebrado la aprobación de esa rebaja fiscal al considerar que "este tipo de publicaciones ofrece el mismo tipo de servicios a los ciudadanos". Sin embargo, no ha querido aclarar si España va a aplicarla. "Es una buena noticia que tengamos esa posibilidad y veremos con la ministra de Hacienda si es conveniente hacerlo en nuestro país y cuándo hacerlo, si es el caso", ha sostenido.
