Los libreros de toda la vida no están atravesando un buen momento. Las librerías tal y como siempre las hemos conocido están en peligro de extinción. En los últimos cinco años un centenar de pequeñas librerías han echado el cierre en nuestra región, al igual que ocurre en toda España. El comercio online y la competencia de las grandes superficies ha puesto en plena guardia a los libreros que además ven como su principal nicho, el vender libros de texto para el curso escolar tampoco es ya un reclamo para ellos. Las librerías se están convirtiendo en copisterías, jugueterías o simples puntos de encuentro de recogida; toda opción es buena para evitar el cierre. Ante esta situación, piden ayuda a las administraciones. Entre las medidas que plantean se encuentra el chequelibro, una iniciativa que permite a las familias adquirir libros de texto de forma gratuita en cualquier librería.